dissabte, 27 d’octubre del 2007

Martires involunarios





Querido Gabriel.
Como puedo estar impasible ante este desfile de maldad? como puedo echarme un sueño y no tener pesadillas y remordimientos por lo que están viviendo mis hermanos de otras tierras?
Son tan jóvenes y están tan asustados, la muerte esta esperando y los verdugos han de ir a desayunar, tienen hambre y cuanto antes acabe este juego mejor, en este país es un juego la muerte, cada semana hay espectáculo y los ayatolá son los mejores productores del “showbusiness” del terror.

Mis jóvenes y bellos hermanos son culpables por esto han sido sacrificados, su culpa es muy grave, la más grave en su ciega fe de dioses implacables.
Mis hermanos se han amado, han dado riego abierto a la sexualidad emergente de sus carnes recién estrenadas y al parecer tuvieron mala suerte ya que alguien les vio, los denunció y aquí empieza el largo proceso de mas de un año, será para que el menor de ellos rebasase la edad de la detención que era de 16 años? No lo se solo son conjeturas que nada importan ahora.

Lo que si importa ahora es que no están ni aquí ni allí, no pudieron huir a su destino y una religión y un gobierno injustos y asesinos mataron a dos niños inocentes por ser homosexuales
Las leyes antiguas de los libros y leyendas eran más flexibles puesto que había la maravillosa solución que era el destierro, tanto que sufriste Romeo en Mantua por un simple destierro, aquello tuyo no fue nada comparable con este asesinato del siglo XXI, aquí no hay vuelta atrás, muerte y más muerte.

No puedo quitarme estas imágenes del pensamiento desde este verano en que salieron publicadas las miro obsesivamente cada día, egoísmo sumo, ya que en estas fotografías también estoy yo con la cuerda al cuello, también tengo este miedo atroz a la vergüenza y a la muerte y lo que es peor que casi me han convencido después de tantas torturas, de que mi pecado no puede ser perdonado.

Lorca, Cernuda, Kavafis lloraríais sangre y mares de poemas inundarían la tierra si estas pequeñas fotografías hubiesen llegado al destino mágico de vuestras retinas, pero hoy no hay ya poetas que lloren por la muerte de estos dos niños con su camisola blanca, su peinado impecable y la soga por corbata

1 comentari:

enric ha dit...

De debò que no tinc paraules...

Des de que he llegit aquest post que no em trec del cap les esgarrifoses imatges degudes a aquest desgavell d’absurditats que, en nom de qui sigui (ho recalco: DE QUI SIGUI!), hi hagi qui es senti assistit per no sé quina mena de dret sobrenatural capaç de fer-li creure que té el dret a decidir sobre què està bé i què no ho està, fins arribar a l’extrem de creure’s, també!!!, amb el dret a decidir qui ha de viure o qui no.

Colpidores imatges que m’han tornat al cap el tres versos amb què Salvador Espriu va definir la mateixa impotència que ara jo sento: “Ara he de callar, / que no tinc prou força / contra tant de mal.”